Cómo Funciona el Sensor de NOx en el Diesel - Diagnóstico y Mantenimiento

Cómo funciona el sensor de NOx en los motores diésel: ¿Qué es un sensor de NOx?

Un sensor de NOx (sensor de óxidos de nitrógeno) es un dispositivo electroquímico diseñado para medir la concentración de óxidos de nitrógeno en los gases de escape de un motor diésel. Estos gases se generan principalmente durante la combustión a alta temperatura y se encuentran entre las emisiones más dañinas. Por ello, su control es fundamental para cumplir con las normas de emisiones modernas.

Una vez que el sensor detecta la concentración de NOx, envía datos precisos y continuos a la unidad de control del motor (ECU). Con base en esta información, la ECU ajusta la inyección de combustible, la recirculación de gases de escape (EGR) y la dosificación de AdBlue en el sistema SCR. Esto garantiza una reducción eficaz de las emisiones y un funcionamiento eficiente del motor.

Sensores de NOx antes y después del catalizador

La mayoría de los motores diésel modernos utilizan dos sensores de NOx:

• Sensor de NOx aguas arriba (antes del catalizador SCR): Este sensor se encuentra estratégicamente antes del catalizador SCR y mide el nivel de NOx bruto inmediatamente después de la combustión. De esta manera, la ECU recibe información precisa y en tiempo real sobre la concentración real de óxidos de nitrógeno en el flujo de escape. Con estos datos, la ECU puede calcular con exactitud la cantidad de AdBlue (solución de urea) necesaria para neutralizar las emisiones de NOx de forma eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

• Sensor de NOx aguas abajo (después del catalizador SCR): Se instala detrás del catalizador y supervisa la eficacia del sistema SCR en la reducción de las emisiones de NOx. Si los valores siguen siendo elevados, la ECU detecta posibles fallos en el sistema AdBlue, una eficiencia reducida del catalizador o un sensor defectuoso.

Cómo los sensores de NOx controlan las emisiones

La unidad de control del motor (ECU) compara constantemente las lecturas de ambos sensores para mantener un equilibrio óptimo entre el rendimiento y la reducción de emisiones. En función de estos datos, puede:

• Ajustar la inyección de AdBlue para garantizar la conversión completa de los gases NOx en nitrógeno y vapor de agua inofensivos.
• Modificar el momento de la inyección para controlar la temperatura de combustión y reducir así la formación de NOx.
• Detectar a tiempo el deterioro del catalizador o de los sensores y generar códigos de error de diagnóstico (por ejemplo, P2202, P229F).
• Asegurar el cumplimiento de las normas de emisiones en todas las condiciones de conducción.

Síntomas de un sensor de NOx defectuoso

Si un sensor de NOx falla, el motor ya no puede controlar eficazmente las emisiones de escape. Los síntomas más comunes incluyen:

• Aumento del consumo de combustible o de AdBlue.
• Encendido del testigo del motor o del sistema de emisiones.
• Pérdida de potencia o activación del modo de emergencia.
• Incremento de las emisiones y posible fallo en la prueba de gases.

Relación entre los sensores de NOx y los inyectores diésel

Los inyectores de combustible y los sensores de NOx trabajan estrechamente en el sistema de postratamiento de gases de escape. Si los inyectores presentan fallos y suministran demasiado o muy poco combustible, la eficiencia de la combustión se ve afectada, lo que provoca variaciones en los niveles de NOx. El sensor de NOx detecta estas desviaciones y la ECU intenta corregirlas. Sin embargo, los problemas persistentes con los inyectores pueden generar lecturas incorrectas de NOx y sobrecargar el sistema SCR. Un mantenimiento regular de ambos componentes garantiza una combustión limpia y valores óptimos de emisiones.

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Conclusión

Los sensores de NOx son esenciales para un control preciso de los gases de escape y para la eficiencia de los motores diésel modernos. Proporcionan información continua a la ECU, lo que permite regular con precisión la dosificación de AdBlue y la inyección de combustible, asegurando una combustión limpia y eficiente conforme a las normas medioambientales. Los sensores o inyectores defectuosos pueden alterar rápidamente este equilibrio, provocando un aumento de las emisiones y pérdida de rendimiento. Para un funcionamiento limpio y duradero, siempre deben utilizarse componentes de alta calidad y realizar un mantenimiento regular tanto del sistema de inyección como del de escape.